24 de marzo de 2018

SAN JUAN: Crece el desafío de encontrar los cuerpos que dejó la dictadura.

DÍA DE LA MEMORIA 
Crece el desafío de encontrar los cuerpos que dejó la dictadura en San Juan 
La tarea de peritos arqueólogos y antropólogos es silenciosa pero sigue más vigente que nunca para dilucidar dónde están los desaparecidos. Este año, clave, AnteriorProximo Crece el desafío de encontrar los cuerpos que dejó la dictadura en San Juan 
sábado, 24 de marzo de 2018



Por Miriam Walter
Para este año se preparan dos grandes excavaciones que podrían ser reveladoras en la investigación sobre qué pasó con los cadáveres de los desaparecidos en los años de plomo en San Juan. El desafío de encontrar los cuerpos es la meta más clara que tienen los arqueólogos y antropólogos que trabajan como peritos ayudando a la Justicia Federal en la investigación sobre los crímenes de lesa humanidad que se cometieron en la Provincia durante la última dictadura militar. 
Carina Jofré integra el Centro de Estudios e Investigaciones en Antropología y Arqueología cuyo trabajo es clave para encontrar los cuerpos que dejó la dictadura en San Juan. Ella y otros profesionales vienen trabajando desde 2014 en diferentes excavaciones, entre otras tareas en terreno buscando a víctimas de la represión en San Juan. El arduo y complejo trabajo persigue munir a las causas judiciales de elementos que puedan servir para llegar a la verdad y que se haga justicia, dos parangones de la lucha por los derechos humanos que, junto a la memoria,  siguen sonando fuerte a 42 años del golpe cívico-militar. "Estamos cerca de la meta de recuperar cuerpos", resumió. Y agregó que para este año se espera un fuerte trabajo.
Uno de los centros de acción más importantes en la búsqueda de los cuerpos es La Marquesita, el predio de recreación militar ubicado en Marquesado, Rivadavia, y que fue usado como centro clandestino de detención y escenario de torturas en los '70. En 2013 se logró que el lugar, bajo dominio del DIM 22, sea señalizado como CCD-sitio de la memoria, para preservarlo y así poder ser investigado. "Después de la señalización empezó la etapa de investigación antropológica de todos los vecinos para que, a partir de la memoria oral, se pudiera hacer una historia del lugar y establecer la vinculación que la gente tiene desde la memoria colectiva, para poder entender la vinculación de la sociedad con el regimiento", explicó Jofré, quien coordina esta labor dentro del Observatorio Ciudadano de los Derechos Humanos en San Juan. 
Este estudio avanzó bastante y perseguía ser material para un libro pero  a principios de 2014 surgió un testimonio de un hiombre sobre el funcionamiento de la Marquesita con fines represivos, que fue llevado a la fiscalía federal. Entonces se frenó el estudio de la historia del lugar y el equipo inició tareas como peritos en colaboración con el Juzgado Federal 2. Así se dieron las primeras excavaciones en el marco del expediente judicial y se dictó una medida de no innovar para resguardar pruebas en el lugar.
Como el trabajo está vinculado con la causa, poco se puede hacer público. Sin embargo, se pueden conocer datos generales importantes. "Sólo se conoce la identidad de un exiguo número de personas que pasaron por este centro de exterminio; la gran mayoría sigue aún desaparecida, siendo la militante de la organización político-militar Montoneros Marie Anne Erize uno de los casos más emblemáticos y representativos de los actos de tortura y muerte cometidos en este lugar", describió la profesional.
Según  Jofré, La Marquesita funcionó en el Área 332 en las proximidades del RIM 22 (ahora DIM 22), pero también existieron otros espacios utilizados como lugares de detenciones ilegales: el propio RIM 22, el Penal de Chimbas, la Alcaidía de Mujeres, el edificio de la ex Legislatura y la Central de Policía de la Provincia de San Juan. Esta finca supone sólo una pequeña porción de un enorme territorio controlado por los militares que, como mínimo, abarca desde el cauce del río San Juan hasta las Sierras de Zonda, y quizás zonas cordilleranas hacia el oeste; y en el que se integran, aparte de La Marquesita, los barrios específicos de casas de militares, los cuarteles del RIM 22 y los inmensos campos de entrenamiento y maniobras en el piedemonte de la sierra".
Así, la búsqueda de cuerpos abarca una extensa geografía que no se limita al camping militar. "Del peritaje no se puede contar porque va en el expediente. Pero se avanzó un montón. La información que había era la que surgió del juicio de 2013 y  estaba todo medio vidrioso.  Cuando se empezaron a hacer trabajos de campo se pudieron conocer cosas que antes no se sabía de la finca, se tomaron pruebas y el expediente fue creciendo. Nos dio pista de una zona mas amplia de la que habíamos pensado, el camino del soldado argentino, que lleva a Maradona, Papagayo, Puesto Córdoba, se empezó a estudiar La Marquesita con otras salidas", apuntó la arqueóloga e investigadora de CONICET.
El equipo, compuesto por unos 15 especialistas, hace tres pericias al año en San Juan, una actividad especifica que primero requiere aprobación del fiscal, del juez y se sustenta con la liberación de fondos del Consejo de la Magistratura a nivel nacional.
"Al sistema judicial le interesa que los cuerpos aparezcan, ese es nuestro norte, y este año se espera una gran excavación", anticipó Jofré. Sin poder dar más detalles por obrar estos en sede judicial, la profesional sentenció sobre La Marquesita que "hasta ahora no hay elementos para decir que los cuerpos están ahí dentro" y eso le da fuerza a la búsqueda más amplia. Agregó que "Los Berros es un lugar para mirar", aunque nada tienen que ver con la dictadura unos restos encontrados este año en ese distrito sarmientino.
La investigación recorre además un margen holgado de tiempo, ya que "los modus operandi de violencia arrancan con la Triple A en el '73, no solamente con móviles políticos sino también con objetivos moralizadores, mientras que desde el '76 en adelante se reorganiza como plan estratégico del ejército contra los opositores". Así, se aborda una antesala de crímenes previos a la dictadura "a partir de un sistema represivo militar que blanquea a través de los medios de comunicación hechos de violencia ocurridos en la vía pública", es decir, "desaparecer personas y hacerlas aparecer como NN". Esta práctica tiene que ver con el crecimiento de los ingresos a los cementerios entre 1973 y 1983, que crecieron exponencialmente. Por eso, el equipo entre 2016 y 2017 revisó libros de varios camposantos, como el de la Capital, para ver registros de los NN y toda esa información fue a sede judicial. "Hubo gran cantidad de denuncias que nos han llevado a buscar en diferentes departamentos", explicó.  
Uno de los temas pendientes es la ampliación de la muestra genética que nutre el banco del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), la que será clave para la identificación una vez que se dé con los cuerpos. "De los casos de San Juan la muestra está incompleta, debe faltar una decena de personas por registrar. Hay personas que no tienen los padres vivos y otros que nunca fueron o fue un solo hermano", analizó Jofré. Es que para la muestra el ADN de uno de los padres sirve pero de un solo hermano no es suficiente, se requieren al menos tres, dijo. Jofré explicó que colaboran en la toma de las muestras -con la búsqueda y exhumación- y que se viene haciendo todo lo posible. Se pidieron archivos en la Policía y en la vieja morgue del Hospital Rawson para complementar el trabajo.
El desafío de encontrar los cuerpos que dejó la dictadura se viene manejando y seguirá manejándose con bajo perfil, dadas las condiciones judiciales y, sobre todo, para no crear falsas expectativas en los familiares de los desaparecidos y sumar más dolor al que ya cargan por más de 40 años. 
Fuente:TiempoSanJuan

No hay comentarios: