El listado de los policías responsables de la desaparición y muerte de Franco Casco
Los últimos minutos de la vida de Franco
Son 21 para los que el fiscal federal pidió la detención e indagatoria. Lo detuvieron al joven y lo golpearon hasta la muerte. Después de 22 días como desaparecido, el cuerpo de la víctima apareció flotando en el río Paraná. Los responsables.
Por José Maria Maggi
El subcomisario Diego Alvarez. El fiscal federal esta convencido de su responsabilidad.
"'Dale puto llorá', le gritaba el policía que le pegaba sin parar. Le habían preguntado su nombre y dijo Franco. Después les gritó a los policías que era Casco. Cuando le dejaron de pegar, pidió agua. Se notaba que el pibe no sabía nada, porque para dártela tienen que abrir las rejas de la jaulita, y ahí lo volvieron a golpear. Se escuchaban los gritos del pibe, rogaba que no le pegaran más. Se escuchaban las patadas que le daban. Hasta que se escuchó un ruido seco, como una cabeza pegando contra la pared. Después todo fue silencio. Era de madrugada, y estaba de turno la guardia que pegaba". Asi fueron los últimos minutos de vida de Franco Casco, en la comisaría séptima, relatado por uno de los veinticuatro internos en declaración por estar esa noche detenidos junto a él. Franco había sido llevado por "averiguación de antecedentes" desde la estación de trenes Rosario Norte, donde había llegado para regresar a Florencio Varela. Claro está, fueron testimonios recogidos por el fiscal federal Marcelo Degiovanni, ya que las primeras declaraciones que tomó Asuntos Internos fueron frente a los policías que habían torturado hasta la muerte a Franco.
En su requisitoria de indagatorias para 21 efectivos (del total de treinta que desfilaron esta semana frente al juez Vera Barros) se puede leer que el fiscal Degiovanni dio veracidad a estos testimonios que dejaron al desnudo la operatoria con la que se manejaba la seccional de barrio Agote. "Si lloras te dejamos de pegar" repetían los policías de esa comisaría con asiduidad. "Pero si llorabas te seguían pegando porque eras un maricón. Siempre te pegaban" recordaron los internos.
Para el fiscal Degiovanni en el expediente quedó asentado que el móvil 4387 estuvo el 6 de octubre a las 21.30 horas detenido durante ocho minutos, estacionado frente a la Estación de trenes Rosario Norte. El patrullero regresó a la comisaría séptima las 21.40 y siguió patrullando por la estación, pasando por la misma a las 22.33 y a las 23.19 horas.
El fiscal federal esta convencido de la responsabilidad del "subcomisario Diego Alvarez, del subcomisario Enrique Gianolla Rocha, del jefe de sumarios Cesar Acosta, así como de los agentes Guillermo Gysel, Walter Benítez, Esteban Silva, Rocío Hernández, Cintia Greiner y Marcelo Guerrero que asumieron haber detenido a Casco el 7 de octubre de 2014 (un hecho falaz), por lo cual se infiere que no pueden desconocer los acontecimientos y pormenores que culminaron con la muerte de Casco".
Además de haber particiapdo en el montaje para simular que Casco había sido llevado preso el 7 de octubre, varios de los detenidos reconocieron que "los agentes Silva, Benítez y el subcomisario Alvarez golpearon a Casco entre la noche del 6 de octubre y la madrugada del 7", cuando este se encontraba encerrado en el calabozo conocido como la "jaulita".
También debe agregarse a la lista que "Franco Zorzoli, Romina Díaz, Ramón Juárez y Ariel Saucedo integraban el plantel policial que según consta en el Libro de Guardia se encontraba prestando servicio la noche del 6 de octubre por lo que se presume su participación activa o omisiva". Asimismo "los agentes Cecilia Contino y Fernando Blanco fueron referenciados por varios reclusos como los que entre otros participaron de la golpiza que recibió Franco.
En su presentación Degiovanni advierte que "la médica de la policía María Zelaya prestó colaboración esencial a las maniobras de ocultamiento del paradero de la víctima, ya que de acuerdo a lo registrado en el libro de guardia que da cuenta de su trabajo
no es posible que los tiempos le hayan permitido presentarse en la comisaría séptima para examinar a la víctima, de modo que falseó una constancia de atención médica a pedido de los funcionarios de dicha dependencia, contribuyendo de ese modo al armado de las actuaciones que deberían elevar al órgano judicial con todas las diligencias de rigor, entre ellas la constatación médica del estado de salud del detenido".
En su remate de la presentación el fiscal federal tampoco deja afuera " el aporte indispensable para la consumación del hecho que realizaron Sergio Peironi, Carlos Alberto Ríos y Aníbal Candia, de la División de Asuntos Internos que estuvo a cargo de la investigación encomendada por la justicia provincial para la averiguación de paradero de Casco, quienes desatendiendo los indicios concretos con los que contaba la búsqueda, desviaron interesadamente su pesquisa hacia pistas falsas con el objeto de eludir cualquier posible determinación de responsabilidades funcionales en la cabeza de los funcionarios policiales" de la seccional sospechada.
Degiovanni dice que "los encargados de investigar no tomaron medidas de prueba fundamentales en relación a la comisaría, ni analizaron de ningún modo las irregularidades del sumario policial. Por el contrario la investigación se direccionó únicamente a la búsqueda de una persona 'perdida' cuando deviene con toda claridad que si la pesquisa es encomendada a Asuntos Internos es porque corresponde determinar la existencia de una posible vinculación del personal policial que depende de la misma autoridad política con la perpetración de algún hecho delictivo".
Fuente:Rosario12
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