21 de agosto de 2017

LOS PUMAS SIGUEN RUGIENDO EN SANTA FE.

21 de agosto de 2017 
El guía de una recorrida en un ex centro clandestino fue identificado y denunciado por torturas 
Los Pumas siguen rugiendo en Santa Fe 
En el juicio a dos policías de la Guardia Rural Los Pumas, el Tribunal inspeccionó el cuartel guiado por un comisario, quien terminó denunciado por tres campesinos por golpes y torturas.
Por Juan Carlos Tizziani
El cuartel de Los Pumas, en Santa Felicia. 
Desde Santa Fe
El juicio oral a dos represores imputados por secuestros y torturas a 16 víctimas puso en foco a la Guardia Rural Los Pumas, una policía militarizada del norte santafesino que en sus orígenes estaba al mando de comandantes de Gendarmería, pasó por su bautismo de represión en la Marcha del Hambre en Villa Ocampo en 1969 –contemporánea al Cordobazo y los Rosariazos–, integró la fuerza de tareas que invadió Villa Constitución en 1974, operó en el chupadero de Acindar en tiempos de José Alfredo Martínez de Hoz y persiguió a militantes de las Ligas Agrarias durante la dictadura. El Tribunal Oral de Santa Fe realizó una inspección al cuartel de Los Pumas, en Santa Felicia, a pocos kilómetros de Vera, donde cuatro militantes políticos que declararon en el debate volvieron a señalar lugares y el circuito de sus tormentos. Pero el procedimiento tuvo una derivación imprevista: el guía de la recorrida, un comisario que confeccionó el croquis del cuartel y acompañó al presidente del Tribunal José María Escobar Cello y al fiscal Martín Suárez Faisal, después fue identificado –por fotos– por tres campesinos, Germán Cravero (64) y sus sobrinos Abel (31) y Roberto (23), como uno de los jefes del grupo que los allanó y desalojó de su campo en Gato Colorado, a punta de pistola y golpes, hace un mes, el 19 de julio. Abel denunció que a él lo torturaron con el submarino mojado y picana eléctrica.
Uno de los represores acusados en el juicio es Omar Noce, el primero de Los Pumas que llega al banquillo porque los otros fallecieron. Operó como “ayudante de la Jefatura” de la fuerza  hasta 1979 y participó en operativos en Santa Fe, Rosario y Villa Constitución, en 1974, según la investigación del fiscal Roberto Salum (hoy en la UFI AMIA). Está imputado  por la “privación ilegal de la libertad” y “tormentos” a siete militantes en febrero de 1977, entre ellos el ex intendente de Vera Juan Antonio Giordano y sus compañeros José Humberto García, la esposa de éste, Máxima Ortiz (que estaba embarazada), su hermana Enriqueta García, Alberto Luis Romero, el abogado Juan Carlos Silvestri y Héctor Manni (actual secretario académico de la Facultad de Humanidades de la UNL, en Santa Fe). Ellos militaban en un sindicato de docentes del norte. José García denunció que en su secuestro le plantaron panfletos, “le hicieron firmar bajo torturas una declaración en la que reconocía ser jefe de una célula terrorista de Montoneros” y le “robaron 17 colecciones de libros del Centro Editor de América Latina que tenía para vender”.
El otro acusado es Juan Antonio Mulasano, que operaba en la División Inteligencia de la Policía de Reconquista y a quien el fiscal Salum imputó por secuestros y torturas a 9 militantes de las Ligas Agrarias.
La semana pasada, el Tribunal realizó las inspecciones judiciales, primero en la Guardia Rural y luego en la Jefatura de Policía de Reconquista, donde operaba Mulasano. El juez Escobar Cello, el fiscal Suárez y abogados de la querella y las defensas escucharon a cuatro testigos: los esposos García, Alberto Romero y Héctor Manni, quienes reconocieron el centro clandestino de Santa Felicia. García dijo que lo atormentaron en un “cuarto pequeño” con una “ventana chica”, desde donde podía ver una cañada. Caminaron entonces hasta el portal de ingreso al cuartel, donde a pocos metros está la oficina de guardia, que él reconoció como la sala del encierro por el “ventanuco, que ahora no tiene rejas”, dijo.
El reconocimiento al cuartel de Los Pumas es el segundo. Las víctimas ya lo habían identificado once años atrás, en setiembre de 2006, lo que revela los tiempos de la Justicia hasta que los imputados llegan a juicio. En la actuación de la última semana, el juez Escobar Cello recibió “un croquis actualizado” del cuartel con “referencias”, que confeccionó un oficial de la Guardia Rural que luego lo acompañó en la recorrida.
Ahora, la Asociación Norte Amplio por los Derechos Humanos de Reconquista reveló que ese oficial que guió al juez y al fiscal en Santa Felicia había sido identificado por tres campesinos, Germán Cravero y sus sobrinos Abel y Roberto, como uno de los jefes de Los Pumas que los allanó y desalojó de su campo de Gato Colorado, a punta de pistola y golpes, hace un mes. La denuncia la presentó el abogado Iván Bordón –quien es querellante en el juicio contra Noce y Mulasano– ante los fiscales de Rafaela Diego Vigo, Mirna Segré y Ezequiel Hernández. Cravero dijo que lo había reconocido por fotos como uno de los Pumas que “golpeó a mis sobrinos y dirigía a los otros que formaban parte de la patota que actuó impunemente en mi campo el 19 de julio”. La ampliación de la denuncia es por “violencia institucional del Estado santafesino” contra los Cravero. 
Fuente:Pagina12

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