5 de marzo de 2014

NEUQUÉN: INVESTIGAN COMPLICIDAD CIVIL EN LA MUERTE DE ALBANESI EN LA ESCUELITA.

03-03-2014
NEUQUéN
Investigan complicidad civil en la muerte de Albanesi en "La Escuelita" 

Por el caso del cooperativista frutícola, el fiscal federal Adrián García Lois solicitó la declaración indagatoria de Mirta Fava y Cecilio Pagano, ex jueces de General Roca.
Por PABLO MONTANARO
Neuquén - La muerte del empresario cooperativo frutícola José Luis Albanesi en 1977, en la mesa de torturas del centro clandestino de detención "La Escuelita", ubicado al fondo del Batallón de Ingenieros 181, es uno de los casos incluidos en el requerimiento que hizo el fiscal federal de Neuquén, Adrián García Lois, de convocar a declaración indagatoria a nueve ex jueces y fiscales de la región .

Albanesi, de 58 años, fue secuestrado del galpón de Cipolletti donde funcionaba la Cooperativa Agrícola y Frutícola “La Colmena” por personal policial de la Comisaría Cuarta de esa ciudad el 23 de abril de 1977 y pocos días después fue puesto a disposición del Comando del Ejército y trasladado hasta La Escuelita. Albanesi murió en la mesa de torturas de ese centro clandestino y su cuerpo fue entregado a su familia seis días después.

Por el caso de Albanesi, García Lois requirió que sea indagado el ex juez de Instrucción de General Roca, Cecilio Alfredo Pagano, quien en ese momento se desempeñaba como juez del Juzgado Criminal y Coreccional Nº 6 de General Roca, y Mirta Ebe Fava, quien trabajaba como jueza subrogante del juzgado.
En su declaración realizada en el segundo juicio contra represores de la región en 2012, Carlos De Filippis, un empleado de la cooperativa que en el momento de los hechos tenía de 16 años y  también fue secuestrado el mismo día que Albanesi, afirmó que éste murió durante la aplicación de picana eléctrica en La Escuelita. Relató que escuchó los gritos de padecimiento de su jefe y que en un momento le sacaron las vendas para que viera cómo unos perros le mordían los testículos.

El cuerpo de Albanesi fue entregado una semana después a su familia por las autoridades militares, quienes aseguraron que murió de un paro cardíaco durante un careo con De Filippis.

Unos días antes de su secuestro, Albanesi se había presentado voluntariamente en la comisaría de Cipolletti en el marco de una investigación por incendios presuntamente intencionales ocurridos en los galpones de la cooperativa.

Mientras estuvo secuestrado, familiares y amigos realizaron gestiones para su liberación. Entre ellos, el abogado Ángel Ingelmo, quien se acercó hasta el despacho del juez Laurentino Pedro Duarte para saber sobre el paradero de Albanesi.

La autopsia del cuerpo de Albanesi indicó que la muerte fue provocada por insuficiencia cardiopulmonar aguda por embolia pulmonar. El acta fue firmada por Hilarión de la Paz Sosa, médico que concurría a La Escuelita para "revisar" la salud de los secuestrados; Benjamín Sitzerman, Rafael Scuteri y Salvador Nogara.

El 27 de abril de 1977 desde la Comisaría séptima de Cipolletti se dirigió un oficio al Juzgado 6 en el que se comunicaba a la jueza Fava que el 25 de abril se había producido el traslado de Albanesi y De Filippis por personal militar al Comando con fines investigativos. “El juzgado tomó intervención del incendio el 13 de abril, recibiendo aparentemente el sumario diez días después -el 23 de abril- cuando se produjeron ambas detenciones. Las autoridades del juzgado tenían conocimiento efectivo de las privaciones de la libertad de ambos por parte de la policía de Cipolletti. Incluso se presume que el juzgado también conoció el traslado que la fuerza militar le dio a Albanesi desde Cipolletti al Comando en Neuquén”, explicó García Lois.

Sospechas y oscuridades
Lo que llama la atención del fiscal García Lois en cuanto a la actuación de Fava es que antes de ser detenido, el 18 de abril, Albanesi prestó declaración como testigo ante personal del Cuartel de Bomberos Voluntarios de Cipolletti afirmando que ignoraba quién pudo generar el incendio en la cooperativa. “Sin embargo, posteriormente a su detención y muerte en cautiverio, la comisaría de Cipolletti mediante oficio fechado el 16 de mayo de 1977, comunicó que Albanesi habría reconocido tener responsabilidad en la causa del incendio”, comentó.

Señaló que Fava estaba en condiciones “objetivas” para sospechar que “el motivo de la posible autoinculpación de Albanesi y el factor determinante de su muerte pudo consistir en el padecimiento de torturas aplicadas contra su persona como finalmente se probó”.

Esa sospecha debió incrementarse en Fava, sostuvo García Lois, cuando, el 14 de junio de 1977, la comisaría de Cipolletti le hace saber que la muerte de Albanesi no constaba en los libros del Registro Civil y Capacidad de las Personas. “La ausencia de registración llevaba mayor oscuridad en relación a la muerte de Albanesi, resultaba irrazonable que a casi dos meses de ocurrida, la fuerza militar no lo hubiera comunicado todavía a la autoridad del registro”, dijo.

La actuación de Fava la siguió Cecilio Alfredo Pagano, quien no reiteró el pedido de aquellas medidas. "Esto hubiese sido de gran utilidad para dilucidar las circunstancias que rodearon la muerte de Albanesi. Sobre todo escuchando a De Filippis con las debidas garantías, quien posiblemente se hubiese atrevido a denunciar judicialmente los tormentos sufridos por Albanesi y la autoinculpación que le habría sido arrancada mediante torturas. Incluso, denunciar su detención ilegal y los tormentos sufridos en La Escuelita", precisó García Lois.
Fuente:lmNeuquen.com.ar

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